El Domo
El Domo es mi primer obra a la cual le tengo un cariño especial no solo por ser mi primer acercamiento real en cuanto a creación literaria se refiere, lo es también por darme ese empujón que a veces uno necesita para descubrir lo que realmente te apasiona y te conduce a tu propio camino, con el fin de perseguir tus sueños.

En un futuro lejano, el mundo como lo conocemos se ha extinguido. La civilización
humana habita en grandes bases espaciales y se encuentran en un proceso de
colonización de nuevos mundos. Mientras tanto, en el planeta tierra existen ciertas
zonas que todavía son habitables y que están encapsuladas por un material que
protege a sus habitantes de la misteriosa y letal Neblina que ahora cubre el resto de la
superficie terrestre. A estas zonas seguras se les conoce como Domos. En ellas, los
humanos que la habitan tienen que realizar largas jornadas de trabajo para sustraer
ciertas materias primas que se envían a sus compatriotas, aquellos que viven en las
enormes bases espaciales, para que puedan subsistir y continuar con su misión de
poblar nuevos territorios espaciales aun desconocidos. La vida en el Domo es ardua y
nada pintoresca, con trabajos fatigantes, sustancias alucinógenas, entretenimiento
vacío y la promesa de una vida futura mejor, es donde las almas de estas personas hacen
su labor en la tierra. El futuro es la meta, pero el pasado ya no existe, después de la
catástrofe se borró todo registro de la historia de la humanidad. Arte, historia,
literatura, todo se ha perdido… o al menos eso se pensaba. En medio de este incierto
panorama, un joven minero del Domo 3 descubre a través del cine, obras literarias e
históricas y una amistad sincera y pura, la esencia del ser humano en su estado más
natural y poético, que a través de varias experiencias y reflexiones le hará cuestionarse
incluso las cosas que se dan por sentado como verdaderas